jueves, 27 de junio de 2013

Presentación del Partido Madrileño de Liberación

No sesi vaenserio pero... os lo pongo
Bienvenidos al blog del PML, el Partido Madrileño de Liberación
Este blog ofrece información acerca del PML, el Partido Madrileño de Liberación. Además de presentar nuestro partido, encontrarás información acerca de la Historia de Madrid, el Nacionalismo Madrileño, la Cultura Madrileña y noticias de actualidad de nuestro país.

Historia de una ocupación  


El Pueblo madrileño sufre de forma injusta y cruel la opresión y ocupación española desde hace siglos. Sin embargo, el propio vigor de la cultura y el hecho diferencial madrileños han permitido la pervivencia de nuestros valores ancestrales, aunque en la actualidad éstos se encuentren seriamente amenazados.

La historia de la Tierra de Madrid ofrece abundantes ejemplos en que los derechos legítimos del pueblo madrileño son conculcados por segovianos, abulenses, toledanos y pobladores de otras regiones ibéricas colindantes. Significativos son los intentos por parte de los segovianos de arrebatar al pueblo madrileño la zona del Real de Manzanares durante los siglos XIII y XIV, impulsados por la política expansionista del clero y el concejo de Segovia. O la ocupación que el Arzobispado de Toledo ejerce sobre diversas áreas del oriente madrileño durante un largo periodo de tiempo, apoderándose de Alcalá y Aranjuez entre otras localidades.

En el siglo XI Madrid fue incorporado a la Corona de Castilla, tras su conquista por Alfonso VI de León y Castilla en 1083.  La ciudad y su alfoz quedaron integrados en el reino de Castilla como territorios de realengo. La ciudad recibe el título de villa en 1123. Por aquel entonces el gobierno de la ciudad recaía en todos los madrileños con el rango de vecinos, reunidos en concejo abierto hasta que en 1346, el rey Alfonso XI en un ataque contra el pueblo madrileño implanta el regimiento, en el cual ya sólo representantes de la oligarquía, los regidores, gobiernan la ciudad. 

El largo camino hacia la defensa de su personalidad y sus derechos territoriales los inicia Madrid en 1202, en que consigue de Alfonso VIII la concesión del Fuero Viejo. Es más tarde, en 1262, que es promulgado por Alfonso X el Fuero Real que ratifica el carácter de realengo de la villa. El Fuero Real es ratificado por Alfonso XI en 1339, desarrollándolo a lo largo de 109 capítulos, y Madrid se constituye como concejo. Es entonces cuando la presión de diversos señores feudales españoles se hace sentir, en un intento por arrebatar la libertad del pueblo madrileño. Tras el asesinato de Pedro I por parte de los partidarios de Enrique de Trastámara, éste último cede contra la voluntad del pueblo madrileño diversas zonas de Madrid a aquellos nobles que le han apoyado en la contienda: Torrejón es entregado a Pedro Álvarez de Toledo, mientras Alcobendas, Barajas y Cobeña eran cedidas a Pedro González de Mendoza en 1369, que también acabaría recibiendo el Real de Manzanares.


Esta cadena de injusticias se lleva al extremo cuando cuando Juan I concede la propia villa de Madrid con sus rentas a León V de Armenia. La fuerte oposición desatada entre los madrileños obligó a Juan I el 12 de octubre de 1383 a asegurarles que tal cesión del señorío sólo sería durante la vida de León V de Armenia. En 1391 las Cortes reunidas en Madrid bajo el reinado de Enrique III, y bajo la presión de los madrileños, una vez muerto León V, consiguieron la revocación del señorío, a cambio de lo cual Enrique III obtuvo las rentas adjudicadas a León V y el sitio de El Pardo como residencia real y coto de caza. El abuso del pueblo madrileño prosigue, pero no sin que éste presente una resistencia decidida. Es así como, cuando en 1470 Enrique IV pretendió enajenar algunos dominios de Madrid, la respuesta del concejo fue tajante, oponiéndose el 21 de agosto de 1470 el concejo en pleno a cualquier enajenación: "en que en esta dicha villa nin en sus terminos e lugares e jurisdicciones e propios nin parte dellos sea enagenado en ninguna persona que sea por título de donación nin merced nin satisfación nin mención nin por otro título"
La falta de respeto por los derechos del pueblo de Madrid manifestada por los monarcas españoles al ceder diversas partes de su territorio a diferentes nobles extranjeros, se muestra también en la voracidad de los reyes ante los recursos forestales y cinegéticos de nuestra tierra. Tras apoderarse del monte del Pardo los funcionarios reales intentan durante los siglos siguientes arrebatar al concejo la Dehesa de la Villa, pero aquél se defiende con firmeza y frustra los designios reales.

En 1520 durante la Guerra de las Comunidades, a la cabeza de su regidor Juan de Zapata, Madrid se une a la sublevación contra Carlos I y el Estado Español, pero tras la derrota de los comuneros en Villalar, la villa es asediada y ocupada por las tropas reales.  Sin embargo, el momento que marca el desastre para la libertad del pueblo madrileño no tarda en producirse: en 1561 Felipe II decide trasladar de manera definitiva la corte a Madrid. Desde entonces, Madrid sufre las consecuencias del nefasto sistema político que los monarcas invasores y sus cortesanos establecen en su territorio, impidiendo el desenvolvimiento del pueblo madrileño.
 A la burocracia real, a los miembros de la corte y todas las personas necesarias para su sustento, se unen desheredados y buscavidas de todo el Imperio del estado español. Efectivamente, la monarquía y su funcionariado y la aristocracia tejen una red de dependencias y subordinaciones, que pretenden limitar las posibilidades de desarrollo económico político y social del pueblo oprimido, previniendo de esta forma la rebelión. Es significativo que, a la altura de 1757, entre la nobleza propietaria y la Administración Real se concentraba el 58,94 % de la renta. El pueblo madrileño se ve de esta forma sumido en la miseria y limitado a satisfacer sus necesidades más elementales, mientras observa cómo otras ciudades como Barcelona o Lyón se encuentran en condiciones de alcanzar nuevas etapas en su crecimiento económico.

La Constitución de 1812 es la que marca un punto de inflexión en la decadencia española por que es el Liberalismo bajo el que se inspira el que barre de un plumazo a pueblos enteros, leyes, fueros y tradiciones y refunda el Estado Español bajo un falso prisma. En 1833, bajo el reinado de Isabel II, Javier de Burgos establece sin consentimiento del pueblo los nuevos límites de la provincia de Madrid. Bajo esta nueva división administrativa, aunque se recuperan algunos territorios anteriormente ocupados por Guadalajara (Buitrago, Bustarviejo y el valle de Lozoya), otros ocupados por Toledo (Aranjuez, Colmenar de Oreja, etc) y otros en manos de Ávila (términos de Valdepelayos y Valdequemada), se desposee al país de los términos municipales de Casarrubios, Esquivias, Méntrida, Seseña y Torre de Esteban Ambrán (que son anexionados por Toledo) y de la comarca de Zorita (que ocupa Guadalajara).

La ocupación de Madrid llega hasta nuestros días, habiéndose visto nuestro país implicado en acontecimientos del estado español que en nada importan de verdad a los madrileños. Así, Madrid ha formado parte involuntaria de la Guerra Civil Española, conflicto extranjero en el que, sin embargo, la ciudad sufrió una terrible destrucción. La dictadura del general gallego Francisco Franco supuso también una época nefasta para Madrid, al igual que los sucesivos gobiernos que han formado parte de la supuesta democracia que padecemos. Es así como hemos sido gobernados por abulenses (A. Suárez), andaluces (F. González) , vallisoletanos (J. M. Aznar), leoneses (J.R Zapatero) y gallegos (M. Rajoy) , que no respetan las necesidades de nuestro pueblo y sus legítimas aspiraciones de libertad.

Agravios actuales

Prosiguiendo con el tradicional abuso que sufrimos los madrileños por parte de los españoles, los desmanes no han terminado: hoy día aguantamos a los aceituneros jienenses, a los mineros asturianos y del Bierzo, a los ganaderos manchegos y a los pagesos catalanes en nuestras calles: la Castellana llena de tractores, Atocha atascada por piaras de cerdos o rebaños de ovejas, Arzalluz con el Guernica... ¿por qué hemos de aguantar tanta humillación? ¿por qué hemos de soportar sus estúpidas reivindicaciones? Si bien el pueblo madrileño respeta a otros integrantes del Estado español, no hay razón por la que debamos seguir aguantando en nuestras calles sus reclamaciones, sean justas o no.

Este trato despreciativo es propiciado por el Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid, impuesto al pueblo madrileño y que no recoge sus aspiraciones y derechos. Emanado del estatuto, sufrimos al gobierno actual de la Comunidad de Madrid, que permite e incluso promueve la destrucción del medio ambiente madrileño mediante la construcción de infraestructuras ferroviarias o viales (AVE, nuevas autovías) que sólo sirven para beneficiar a otros a costa de arrebatarnos nuestra herencia secular.

Al mismo tiempo, sepultados por sevillanas, aizkolararis, bertsolaris, sardanas, gaitas y otras gaitas, los madrileños vemos cómo desaparece nuestro valioso acervo cultural. El chotis y la zarzuela como expresiones musicales, el organillo, los barquillos, los chulapos y chulapas...

Objetivos del PML
 
El PML (Partido Madrileño de Liberación) nace en 1997 ante la constatación por un grupo de jóvenes patriotas de las vejaciones a las que es sometida la nación madrileña por parte del estado español. Ante la inexistencia por aquel entonces de un grupo político que defendiera los derechos de nuestro pueblo, estos valientes y decididos muchachos optan por fundarlo ellos mismos. Desde aquel momento, el PML lucha por la identidad del Pueblo madrileño, sus instituciones tradicionales y su cultura, y busca a medio plazo la autodeterminación de Madrid, como único medio para alcanzar todos estos fines. Como forma de ir avanzando hacia este objetivo, Madrid deberá ir asumiendo progresivamente mayores cotas de autogobierno hasta alcanzar la independencia política plena. Así, exigimos de forma inmediata la transferencia del 100% del IRPF, la creación de una policía autonómica (basada, por ejemplo, en la Ertzaintza), la enseñanza de nuestro idioma patrio, el Cheli, en todas las escuelas, etc. Entendemos que Madrid es una Comunidad Nacional cuya Soberanía reside en el Pueblo Madrileño de forma irrenunciable, y que debe andar los pasos necesarios para conseguir la Libre Determinación. El PML es, además de nacionalista e independentista, un partido tradicionalista-conservacionista que está dispuesto a levantar este país y conseguir, con ayuda del Pueblo, que todo madrileño pueda decidir su futuro en una comunidad libre.


Nuestra Lucha

El PML propugna las formas pacíficas de lucha, incluyendo el ciberactivismo, el reparto de octavillas en la Verbena de la Paloma y otras actividades, aunque comprende (sin justificarlas) las explosiones de violencia que se producen esporádicamente entre ciertos patriotas sometidos a la más cruel represión por el simple hecho de tener ideales nacionalistas madrileños. La única forma de acabar con tanto sufrimiento es la negociación y el reconocimiento por parte del Estado español de los derechos históricos del Pueblo madrileño a marcar su propio camino.
 

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