jueves, 9 de enero de 2014

MONS. SCHUMACHER – LA SOCIEDAD CIVIL CRISTIANA – CAPÍTULO NOVENO: DE LA SECTA DE LOS MASONES

LA SOCIEDAD CIVIL CRISTIANA
SEGÚN LA DOCTRINA DE LA IGLESIA ROMANA

Texto de enseñanza moral para la juventud
Ilmo. Sr. Dr. PEDRO SCHUMACHER
Obispo de Portoviejo

SOCIEDADCAPÍTULO NOVENO
DE LA SECTA DE LOS MASONES
1. ¿De dónde recibe el liberalismo su impulso y dirección?

De la secta de los masones; pues, como dice el Papa, la doctrina del liberalismo, negando el supremo dominio de Dios sobre el hombre, imita la rebelión de Lucifer contra Dios; pero el reino propio de este príncipe de las tinieblas está en la masonería.


2. ¿Qué cosa es la masonería?

La masonería, como dice el Papa León XIII, es una sociedad secreta de hombres que “emprenden la obra de arruinar la santa Iglesia a fin de conseguir, si esto fuera posible, despojar completamente a las naciones cristianas de los beneficios que deben a nuestro Salvador Jesucristo” (Enc. Humanum genus)

3. ¿Por qué forman los masones sociedades ocultas o secretas?

Porque sus fines son perversos y sus obras malas, pues, como dice Nuestro Señor: “Quien obra mal aborrece la luz, y no se acerca a ella, para que no sean reprendidas sus obras.” (San Juan, 3, 20).

4. ¿No se puede suponer que los masones tienen fines buenos cuando se ocultan?

De todos modos hacen mal, pues los fines que se proponen son buenos o malos; si son malos, son por lo mismo reprensibles; si sus fines son buenos, hacen mal en ocultarlos, pues privan a la sociedad del buen ejemplo.

5. ¿Cómo se sabe lo que son los masones, si se esconden?

Se les conoce por lo que han divulgado y publicado ciertos masones que se han arrepentido de haber pertenecido a la secta y que han salido de ella, como también por muchos hechos que no han podido quedar ocultos.

“Por grandes, en efecto, que puedan ser entre los hombres la astuta habilidad del disimulo y el hábito de la mentira, es imposible que una causa, cualquiera que sea, no se revele por los efectos que produce. Un buen árbol no puede producir malos frutos y uno malo no puede producirlos buenos (San Mateo, 7, 18)” (Enc. Humanum genus).

6. ¿Cuáles son las doctrinas que profesan los masones?

La masonería profesa las mismas doctrinas que el liberalismo; a saber que el hombre es independiente de Dios, que no le debe nada. En conformidad con este principio general, trabajan los masones para destruir toda la religión revelada, o, como dice el Sumo Pontífice, “para despojar completamente a las naciones cristianas de los beneficios que deben a nuestro Salvador Jesucristo”.

7. ¿Cuáles son los procedimientos característicos de la masonería?

Los medios característicos de la masonería, para extenderse y ganar en poder, son el disimulo, la mentira y el engaño bajo apariencia de bien. El Papa León XIII los señala de la manera siguiente: “Con mentidas apariencias, y haciendo del disimulo norma constante de conducta, como los maniqueos en otro tiempo, los masones no perdonan medio alguno para ocultarse, y no tener más testigos que sus cómplices. Como su interés supremo consiste en no parecer lo que son, hacen el papel de amigos de las letras, o de filósofos reunidos y juntos para cultivar las ciencias.”

Sabida es la táctica de los masones, de introducirse en los países católicos por medio de asociaciones literarias, científicas o recreativas. Sus gremios y asociaciones filantrópicas son para ellos medios de propaganda; asegurando que respetarán todas las opiniones religiosas, atraen a los cándidos y adormecen su conciencia. Este pretendido respeto á todas las religiones no es más que una pura farsa; en realidad, el que pretende respetar todas las opiniones religiosas, no tiene absolutamente ninguna. A este desprecio de todo culto y de toda creencia religiosa conduce la secta a sus adeptos, hasta presentarlos en el altar de Lucifer.

8. ¿Es creíble que los masones practiquen el culto de Satanás?

Es muy cierto que los masones ofrecen su culto al demonio, como consta por las declaraciones de aquellos que han abandonado la secta; consta lo mismo por las palabras terminantes del Papa León XIII.

En el día de hoy, los masones no temen presentarse públicamente con el estandarte de Satanás, para quien trabajan. Así lo hicieron ostensiblemente en la ciudad de Roma como consta por las siguientes palabras del Papa León XIII:

“Roma ha visto llegar en estos días a sus muros a una turba inmensa de todas partes; procesiones de banderas cínicamente hostiles a la religión, y lo que es más horrible, estandartes con la efigie del maldito que se negó a obedecer en el cielo al Altísimo, que es el príncipe de los sediciosos y el jefe de todas las revueltas.” (Alocución del 30 Junio de 1889).

9. ¿No buscan los masones algunas ventajas temporales por medio de su asociación oculta?

Ciertamente, pues al unirse secretamente, trabajan para conseguir los empleos públicos, para tener ventajas en el comercio, y para favorecerse contra el rigor de las leyes públicas, cuando son perseguidos por la justicia.

10. ¿Puede tolerarse por los gobiernos una sociedad oculta que trabaja en este sentido?

Ningún gobierno puede permitir que una parte de los ciudadanos obtenga los empleos por sus ocultos artificios y manejos, y se asegure el monopolio del comercio o eluda las leyes comunes. Estos manejos son ataques contra el derecho común y la igualdad.

Para reconocerse y favorecerse mutuamente se sirven los masones de ciertos signos, palabras y ceremonias; muy usado es el compás con una escuadra sobrepuesta, que muchos de ellos cargan ostensiblemente en el pecho.

11. ¿Es permitido a un católico alistarse entre los masones?

La Iglesia prohíbe con las penas más severas que sus hijos entren en la masonería.

12. ¿Cuáles son las penas que la Iglesia ha decretado contra los masones?

La pena principal en que incurren los masones, es la excomunión mayor, la cual tiene los efectos siguientes:

1º La Iglesia excluye a los masones de sus oraciones.

2º Los masones no pueden recibir ningún sacramento ni servir de padrinos.

3º Los masones que mueren sin reconciliarse con la Iglesia, quedan privados de la sepultura eclesiástica y de los sufragios de los fieles por los difuntos.

13. ¿Qué debemos concluir de todo esto?

Que todos los católicos deben mirar con horror a la masonería como junta satánica, igualmente pestífera para la religión y para la sociedad civil.

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