jueves, 26 de septiembre de 2013

Se creen que somos idiotas


La cúpula de la OTAN cree que los europeos somos imbéciles, y lo malo de todo es que no le falta razón 
[25.febrero.2013] Hace décadas que la OTAN dejó de ser un «organización de defensa». Ahora lo es de colaboración activa con el terrorismo. Así pudimos comprobarlo en la «liberación» de Kosovo y Libia. Y así lo estamos viendo en la «liberación» de Siria. 
La función de la OTAN dejó de ser la de utilizar a los europeos como «escudos humanos» frente al poderío del comunismo soviético, para pasar a ser el peón más agresivo de la política criminal-imperialista norteamericana.
Por lógica, si las funciones «defensivas» originaban un gasto, las tareas «ofensivas», generan un gasto infinitamente mayor. 
Poco le importa al tinglado otanista las tribulaciones del sistema financiero mundial y la delicada situación de los Estados europeos, con España de furgón de cola. Washington necesita dinero, mucho dinero, cada vez más dinero.
El reciente toque de atención de Anders Fogh Rasmussen, secretario general de la OTAN, a los gobiernos de los Estados miembros sobre las lógicas restricciones en la cosa militar y la necesidad de aumentar los presupuestos en defensa, viene a recordarnos, por enésima vez, el insaciable apetito de los señores de la guerra occidentalistas para mantener perfectamente engrasada la maquinaria de muerte. 
«Si los recortes en Defensa continúan —advirtió Rasmussen—, tendrán un efecto negativo en nuestra capacidad para dar protección a nuestras poblaciones». ¿Cabe mayor desvergüenza? Porque, ¿quién o quiénes van a atacar y/o invadir a los europeos? ¿Ahmadineyad? ¿Evo Morales? ¿Kim Jong-un? ¿Putin, tal vez?
Tras la reunión de responsables de «defensa» de la OTAN del jueves pasado, Rassmusen fue interpelado sobre el incremento de la próxima derrama y el contrasentido que supone el hecho de Obama, en Estados Unidos, haya recortado en 45.000 millones de dólares el gasto en «defensa» norteamericano, a lo que nuestro personaje respondió con un lacónico: «No voy a comentar políticas domésticas».
La estafa está perfectamente diseñada. Estados Unidos ahorra en «defensa», mientras los europeos tienen que incrementar el gasto para para la adquisición de misiles «Patriot» al país de las barras y las estrellas, ante un espantajo precocinado por el Pentágono: o los europeos nos rascamos los bolsillos para que la maquinaria militar-industrial haga caja... o corremos el serísimo riesgo de que las tropas de Ahmadineyad, de Morales, de Kim Jong-un o tal vez de Putin, acaben patrullando por los glamurosos Campos Elíseos de París o incluso por el madrileño paseo de la Castellana. PS

No hay comentarios:

Publicar un comentario