En el nombre de Allah, Misericordioso y Clemente
Desgraciadamente creo que debería publicar esto una vez al
mes, aunque creo que ni aún así se evitará comentarios como que la mujer
musulmana no es libre, es sumisa al hombre y que tiene derechos. Todos sabemos
que la libertad de la mujer vino con el Islam, y para los que no lo sepan,
vamos a volverlo a recordar. Posiblemente para muchas mujeres el derecho al
voto que tienen desde hace muy pocos años es un gran logro, para la mujer
musulmana no es algo nuevo, ya que la mujer musulmana tiene derecho a votar desde
hace 1.400 años. A si que no sé donde se ve el atraso, yo sólo veo adelanto.
LA LIBERACIÓN DE LA MUJER A TRAVÉS DEL ISLAM
(artículo escrito por Mary Ali y Anjum Ali, publicado en
inglés por el Instituto de Información y Educación Islámica de Chicago, Estados
Unidos, en http://www.alrahman.org/women.htm)
Traducido por Néstor Pedraza, excepto la traducción de las
citas coránicas, que fueron tomadas de El Mensaje del Qur’an, versión inglesa
de Mujámmad Assad traducida al español por Abdurrasak Pérez. Modificado por
Tasnim.
Hoy día la gente cree que la mujer está liberada en
Occidente y que el movimiento de liberación femenina comenzó en el siglo XX. En
realidad, el movimiento de liberación femenina no fue iniciado por las mujeres,
sino que fue revelado por Dios en el siglo VII a un hombre de nombre Mujámmad
(la paz y las bendiciones de Dios sean con él), quien es conocido como el Sello
de los Profetas. El Corán y las tradiciones del Profeta (PB) o Sunna, son las
fuentes de las que toda mujer musulmana deriva sus deberes y derechos.
1. Derechos Humanos.
El Islam, hace 14 siglos, declaró que la mujer tiene la
misma obligación de glorificar y adorar a Dios que el hombre, estableciendo que
no hay límites para el progreso moral de la mujer. Además, el Islam estableció
la igualdad de la mujer y el hombre en su humanidad.
En el Corán, en el primer verso del capítulo (sura) titulado
“Las Mujeres”, Dios dice: “¡Oh gentes! Sed conscientes de vuestro Sustentador,
que os ha creado de un sólo ente vivo, del cual creó a su pareja y de esos dos
hizo surgir a multitud de hombres y de mujeres. Y manteneos conscientes de
Dios, en cuyo nombre os reclamáis mutuamente vuestros derechos, y de estos
lazos de parentesco. ¡En verdad, Dios os observa continuamente!” (4:1).
En la medida en que hombres y mujeres provienen de la misma
esencia, son iguales en su humanidad. La mujer no puede ser de naturaleza
demoníaca (como algunas religiones creen) ni el hombre puede ser demoníaco
tampoco. Igualmente, ningún género puede ser superior puesto que ello sería
contradictorio con la igualdad.
2. Derechos Civiles.
En el Islam, la mujer tiene la libertad básica de escogencia
y expresión basada en el reconocimiento de su personalidad individual. Primero,
ella es libre de escoger su religión. El Corán establece: “"No cabe
coacción en asuntos de fe. Ahora la guía recta se distingue claramente del
extravío.” (2:256).
La mujer es alentada en el Islam a compartir sus opiniones e
ideas. Hay muchas tradiciones (jadices) del profeta (PB) que muestran que las
mujeres podían hacerle preguntas directamente a él y ofrecer sus opiniones en
asuntos religiosos, económicos y sociales.
Una mujer musulmana escoge su marido y mantiene su nombre
después del matrimonio. El testimonio de una mujer musulmana es válido en
disputas legales. De hecho, en áreas en las que la mujer está más
familiarizada, su evidencia es concluyente.
3. Derechos Sociales.
El Profeta (PB) dijo: “Buscar el conocimiento es una
obligación de todo musulmán (hombre y mujer)”. Esto incluye el conocimiento del
Corán y la Sunna así como otro conocimiento. Hombres y mujeres tienen la
capacidad de aprender y entender. Debido a que también es su obligación
promover el buen comportamiento y condenar el mal comportamiento en todas las
esferas de la vida, la mujer musulmana debe obtener la educación apropiada para
cumplir este deber de acuerdo con sus talentos naturales e intereses.
La mujer puede trabajar, si así lo desea. Pero si no quiere
trabajar, su marido JAMÁS podrás obligarla.
El Islam reconoce y fomenta las diferencias naturales entre
hombres y mujeres a pesar de su igualdad. Algunos tipos de trabajo son más
apropiados para hombres y otros tipos para mujeres. Esto no va en detrimento de
su esfuerzo o beneficio. Dios recompensará a ambos sexos igualmente por el
valor de su trabajo, aunque no necesariamente sea la misma actividad.
En relación a la maternidad, el Profeta (PB) dijo: “El
paraíso se encuentra bajo los pies de las madres”. Esto implica que el éxito de
una sociedad puede ser atribuido a las madres que la levantan. La primera y
mayor influencia de una persona proviene del sentido de seguridad, afecto y
formación recibido de la madre. Por ello, para que una mujer tenga hijos debe
ser educada y concientizada para ser una madre competente.
4. Derechos Políticos.
Un derecho dado a la mujer musulmana por Dios hace 1.400
años es el derecho al voto.(1) En cualquier materia pública, una mujer puede
hacer escuchar su opinión y participar en política. Un ejemplo, está en el
Corán 60:12: “¡Oh Profeta! Cuando acudan a ti las creyentes para jurarte
fidelidad, comprometiéndose a que en lo sucesivo no atribuirán divinidad a nada
excepto a Dios, ni robarán, ni cometerán adulterio, ni matarán a sus hijos, ni
proferirán calumnias que hayan inventado de la nada, ni te desobedecerán en
nada que tú declares justo —acepta su juramento de fidelidad, y pide a Dios
perdón por sus faltas pasadas: pues, ciertamente, Dios es indulgente,
dispensador de gracia”. Esto establece el derecho de la mujer a elegir su líder
y declararlo públicamente. Finalmente, el Islam no prohíbe a la mujer ocupar
importantes posiciones en el gobierno. Abdurrajmán Ibn Auf consultó con muchas
mujeres antes de recomendar a Uzman Ibn Affan como Califa.
5. Derechos Económicos.
El Corán establece: “¡Considera la creación del varón y la
hembra! En verdad, Oh hombres, vais tras metas opuestas!” (92:3-4). En estos
versos, Dios declara que Él creó hombres y mujeres para ser diferentes, con
roles, funciones y habilidades únicos. Como en la sociedad, donde hay una
división de las labores, también en la familia, cada miembro tiene diferentes
responsabilidades. En general, el Islam defiende que las mujeres están
encargadas del rol alimentador y los hombres del rol protector. Por tanto, las
mujeres tienen el derecho a ser mantenidas.
El Corán establece: “Los hombres son responsables del
cuidado de las mujeres en virtud de lo que Dios les ha concedido en mayor
abundancia a ellos que a ellas, y de lo que ellos gastan de sus bienes (para el
mantenimiento de las mujeres)”. (4:34).
Esta tutela y mayor responsabilidad financiera dada a los
hombres, implica que ellos deben proveer a las mujeres no sólo con soporte
monetario sino con protección física y trato cariñoso y respetuoso.
La mujer musulmana tiene el privilegio de ganar dinero,(2)
el derecho a tener propiedades, a firmar contratos legales y a manejar sus
activos en la forma que le plazca. Puede tener su propio negocio y nadie tiene
ningún derecho sobre sus ganancias, incluido su esposo. El Corán establece:
“Así pues, no codiciéis aquello que Dios ha concedido en mayor abundancia a
unos que a otros. Los hombres obtendrán una recompensa conforme a sus méritos y
la mujeres obtendrán una recompensa conforme a sus méritos. Pedid, pues, a Dios
que os dé de Su favor: ciertamente, Dios tiene en verdad conocimiento de todas
las cosas.” (4:32).
Una mujer hereda de sus parientes. El Corán establece: “A
los hombres les pertenece una parte de lo que dejen los padres y los parientes,
y a las mujeres les pertenece una parte de lo que dejen los padres y los
parientes, sea poco o mucho —es una parte prescrita por Dios.” (4:7).
6. Derechos de la Esposa.
El Corán establece: “Y entre Sus portentos está el haber
creado para vosotros parejas de vuestra misma especie, para que os inclinéis
hacia ellas, y haber engendrado amor y ternura entre vosotros: ¡Ciertamente, en
esto hay en verdad mensajes para la gente que reflexiona!” (30:21). El
matrimonio es por tanto no sólo una necesidad física o emocional, es de hecho,
¡una señal de Dios! Es una relación de mutuos derechos y obligaciones basada en
la guía divina. Dios creó a hombres y mujeres con naturalezas complementarias,
y en el Corán, Él estableció un sistema de leyes para soportar la interacción
armoniosa entre los sexos.
“[…] ellas son una vestimenta para vosotros y vosotros sois
una vestimenta para ellas.” (2:187).
La ropa provee protección física y cubre la belleza y las
imperfecciones del cuerpo. Del mismo modo, los esposos son vistos de esta
manera. Cada uno protege al otro, cubre sus fallas y complementa las
características de su pareja.
Para fomentar el amor y la seguridad que vienen con el
matrimonio, las esposas musulmanas tienen varios derechos. El primer derecho de
la esposa es recibir dote,(3) un regalo del esposo que es parte del contrato
nupcial y es requerido por la legalidad del matrimonio.
El segundo derecho de la esposa es el mantenimiento. A pesar
de la riqueza que ella pueda tener, su esposo está obligado a proveerle comida,
vivienda y vestido. Él no es forzado, sin embargo, a gastar más allá de su
capacidad y su esposa no tiene derecho a hacer demandas no razonables. El Corán
establece: “¡Que aquel con abundantes medios gaste conforme a su abundancia; y
aquel cuyos medios de subsistencia sean parcos gaste conforme a lo que Dios le
ha dado! Dios no exige a nadie más de lo que le ha dado —y quizá, tras la
dificultad, Dios dará facilidad.” (65:7).
Dios nos dice que los hombres son guardianes de las mujeres
y les otorga el liderazgo en la familia. Su responsabilidad de obedecer a Dios
se extiende a guiar a su familia a obedecer a Dios en todo momento.
Los derechos de la esposa también se extienden más allá de
las necesidades materiales. Ella tiene el derecho a ser tratada con afecto. El
Profeta (PB) dijo: “Los creyentes más perfectos son los de mejor conducta. Y
entre ellos los mejores son los que dan mejor trato a sus esposas”. Dios nos
dice que Él creó compañeros y puso amor, misericordia y tranquilidad entre
ellos.
Tanto hombres como mujeres tienen una necesidad de compañía
así como necesidades sexuales, y el matrimonio está diseñado para satisfacer
dichas necesidades. Si un esposo niega esta satisfacción al otro, vendrá la
tentación de buscar tal satisfacción en cualquier parte.
7. Deberes de una Esposa.
Con los derechos vienen responsabilidades. Por ello, las
esposas tienen ciertas obligaciones para con sus esposos. El Corán establece:
“[…] las mujeres virtuosas son las verdaderamente devotas, que guardan la
intimidad que Dios ha ordenado que se guarde”. (4:34).
Una esposa debe guardar los secretos de su esposo y proteger
su privacidad marital. Cuestiones de la intimidad o defectos que puedan
deshonrarle a él, no deben ser revelados por la esposa, del mismo modo que él
debe guardar el honor de ella.
Una esposa también debe guardar las propiedades de su
esposo. Debe salvaguardar su hogar y posesiones, en la medida de sus
posibilidades, del robo y el daño. Debe administrar con prudencia los asuntos
domésticos a fin de evitar pérdidas y desperdicios.
Una mujer musulmana debe cooperar y coordinar con su esposo.
No puede, sin embargo, cooperar con un hombre que desobedece a Dios. Ella no
debe satisfacer sus solicitudes si él le pide algo ilegal.(4) El esposo tampoco
debe tomar ventaja de su esposa, sino que debe ser considerado con las
necesidades y la felicidad de ella.
8. Conclusión
El Corán establece: “Y, si Dios y Su Enviado han decidido un
asunto, no cabe que un creyente o una creyente reclamen para sí libertad de
elección en lo que a ellos concierne: pues quien así se rebela contra Dios y Su
Enviado está ya claramente extraviado.” (33:36).
Hace 1.400 años le fueron entregados a la mujer musulmana un
rol, unos deberes y unos derechos que muchas mujeres no disfrutan hoy día,
incluso en Occidente. Éstos provienen de Dios y están diseñados para mantener
el balance en la sociedad; lo que puede parecer injusto o faltante en un lugar,
es compensado o explicado en otro lugar. El Islam es una forma de vida
completa.
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NOTAS
(1) No se entienda aquí voto como el sufragio en una
democracia. El Islam es un sistema socio-económico-político-moral-religioso
completo, coherente, diferente y alternativo al capitalismo, al socialismo, y a
todos los sistemas creados por el hombre (al respecto véase Leyendo la economía
de Rodolfo Llinás). El derecho al voto en el Islam se refiere al derecho de todo
musulmán, hombre y mujer, de participar activamente en los asuntos sociales,
económicos y políticos de la comunidad. (Nota del traductor).
(2) La mujer musulmana tiene el derecho a ser mantenida, por
ello, si trabaja lo que gane es sólo para sus gastos personales, no está
obligada a aportar al hogar (al respecto véase Derechos y deberes de la mujer
en el Islam). (Nota del traductor).
(3) Como regalo del marido a su nueva esposa, la dote no
forma parte de los bienes conyugales, es de ella y en caso de divorcio el
marido no puede exigir su devolución en todo o parte. Igualmente, los bienes
que tenga la esposa antes de casarse, no entran a formar parte de los bienes
conyugales, y el marido no tiene derecho sobre ellos en caso de divorcio (al
respecto véase La mujer en la cultura árabo-musulmana). (Nota del traductor).
(4) Al hablar de ilegal se refiere a todo lo que esté en
contra del Corán o la Sunna. El incumplimiento por parte de cualquiera de los
esposos de uno solo de los derechos y deberes que el Islam establece para cada
uno de ellos, puede ser denunciado por el otro esposo como causal de divorcio.
El hecho de que uno de los esposos no cumpla con los 5 pilares del Islam,
también puede ser denunciado por el otro como causal de divorcio. Por supuesto,
las leyes locales del lugar donde habiten los esposos, serán respetadas en la
medida en que no sean contrarias al Corán o la Sunna, y en ese sentido, ningún
esposo podrá solicitar a su pareja nada que sea ilegal en dichas leyes (al
respecto véase Lo que no es el Islam). (Nota del traductor).
Fuente: Diario de una conversa al Islam
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