El Padre. James Manjackal nació en 1946 en Kerala al Sur de India, y fue ordenado sacerdote católico en 1973 en la Congregación de los Misioneros de San Francisco de Sales [3] (M.S.F.S).
Es un predicador carismático
que ha dado la vuelta al mundo predicando en retiros, convenciones y servicios
de sanación, teniendo a su cargo escuelas de evangelización y misiones entre
musulmanes. En 1989 fundó “Charis Bhavan”, el renombrado centro carismático de
retiros en Kerala.
Por ser indio, es gran
conocedor de las corrientes espirituales que nacen en Oriente, en especial el
Yoga, la Nueva Era, el Reiki… y expone sobre las razones por las que el Yoga y
el Reiki son incompatibles con el cristianismo. Sin dudas un tema
polémico.
Manjackal dice que el 80 por
ciento de los cristianos que se han zambullido en el Yoga, el Reiki o la
reencarnación, han perdido su fe.
Como cristiano católico nacido
en el seno de una familia católica tradicional en Kerala, en la India, pero
habiendo vivido entre hindúes; y ahora como religioso, sacerdote católico y
predicador carismático en 60 países de los cinco continentes, creo que tengo
algo que decir sobre los efectos perniciosos que tiene el yoga en la vida y
en la espiritualidad cristiana.
Sé que hay un interés
creciente por el yoga en todo el mundo, incluso entre los cristianos y que
también ese interés se extiende a otras prácticas esotéricas y de la Nueva Era
como el Reiki, la reencarnación, la acupresión, la acupuntura, la
sanación pránica o pranoterapia, la reflexiología, etc. métodos sobre los que el
Vaticano ha prevenido y avisado en su documento “Jesucristo, portador del
agua de la vida”.
CONFUSIÓN SOBRE EL
YOGA
Para algunos el Yoga es un
medio de relajación y de alivio de la tensión, para otros es un ejercicio que
promueve la salud y el estar en forma y, para una minoría, es un medio para
la curación de enfermedades.
En la mente del católico
medio, ya sea laico o del clero, hay mucha confusión pues el Yoga según se
promueve entre los católicos no es exclusivamente ni una disciplina
relacionada con la salud ni una disciplina espiritual sino que unas veces es
una cosa, otras veces la otra, y frecuentemente una mezcla de las
dos.
Pero el hecho es que el Yoga
es principalmente una disciplina espiritual y sé que incluso hay sacerdotes y
hermanas en seminarios y noviciados que aconsejan el Yoga como una ayuda para
la meditación y para la oración.
Es triste que hoy en día,
muchos católicos estén perdiendo la confianza en las grandes prácticas
espirituales y místicas para la oración y la disciplina que recibieron de
grandes santos como Ignacio de Loyola, Francisco de Asís, Francisco de Sales,
Santa Teresa de Avila, etc. y ahora sigan a espiritualidades y místicas
orientales que provienen del Hinduismo y del
Budismo.
A este respecto, un cristiano
sincero debería informarse sobre la compatibilidad del Yoga con la
espiritualidad cristiana y sobre la conveniencia de incorporar sus técnicas
en la oración y en la meditación cristianas.
YOGA ES UNA UNIÓN CON UNA DIVINIDAD
IMPERSONAL
¿Qué es el Yoga? La palabra
Yoga significa “unión”, el objetivo del Yoga es unir el yo transitorio
(temporal), “JIVA” con el (yo eterno) infinito “BRAHMAN”, el concepto hindú
de Dios. Este Dios no es un Dios personal, sino que es una sustancia
impersonal espiritual que es uno con la naturaleza y el
comos.
Brahman es una sustancia
impersonal y divina que “impregna, envuelve y subyacente en todo”. El Yoga tiene
sus raíces en los Upanishads hindúes que son anteriores al año 1000 a.C., y dice
sobre el Yoga que “une la luz dentro de ti con la luz de
Brahman”.
“Lo absoluto está en uno
mismo” dicen los Upanishads Chandogya, “TAT TUAM ASI” o “ESO ERES TÚ”. Lo
Divino habita dentro de cada uno a través de Su representante microcósmico –
el yo individual- llamado Jiva.
En el Bhagavad Gita, el señor
Krishna describe el Jiva como “mi propia parte eterna”, y afirma que “la alegría
del yoga le llega al yogi que es uno con Brahman”.
LAS OCHO VÍAS DEL YOGA
En el año 150 a.C, el yogi
Patanjali explicó las ocho vías que guían las prácticas del Yoga desde la
ignorancia a la iluminación. Las ocho vías son como una escalera.
Son:
- autocontrol
(yama)
- práctica religiosa
(niyama)
- posturas (asana)
- ejercicios de respiración (pranayama)
- control de los sentidos (pratyahara)
- concentración (dharana)
- contemplación profunda (dhyana)
- iluminación
(samadhi).
Aquí es interesante observar que las posturas y los ejercicios de respiración, que frecuentemente son considerados en occidente como todo el Yoga, son los pasos 2 y 3 hacia la unión con Brahman.
EL YOGA ES UNA DISCIPLINA
ESPIRITUAL
El Yoga no es sólo un sistema
elaborado de posturas y de ejercicios físicos, es una disciplina espiritual
que pregona llevar el alma al samadhi, a la unión total con el ser divino.
El samadhi es el estado en el que lo natural y lo divino se convierten en uno,
el hombre y Dios llegan a ser uno sin ninguna diferencia. (Brad Scott:
¿Ejercicio o práctica religiosa? Yoga: Lo que el profesor nunca le enseñó en una
clase de Hatha Yoga” en el Watchman Expositor Vol. 18, No. 2,
2001).
CUANDO TE CITAN LA BIBLIA EN CLAVE PANTEÍSTA
Este enfoque del Yoga es
radicalmente contrario al Cristianismo, en donde claramente hay una distinción
entre Creador y criatura, entre Dios y hombre. En el Cristianismo, Dios es el
“Otro” y nunca “el mismo”.
Es triste que algunos
promotores del Yoga, Reiki o de otras disciplinas o meditaciones distorsionen
algunas citas de la Biblia al citarlas aisladas para corroborar sus
argumentos tales como: “sois templo de Dios”, “el agua viva fluye en ti”,
“estaréis en Mi y Yo estaré en vosotros”, “ya no soy yo quien vive, es Cristo
quien vive en mi” etc. sin entender el contexto ni el significado de estas
palabras de la Biblia.
Hay gente que retrata a
Jesús incluso como a un yogui como actualmente podemos ver en imágenes de
Jesús en conventos, capillas y presbiterios – ¡Jesús está representado en
posturas de meditación de yogui!”.
Decir que Jesús es “un
yogui” es denegar Su divinidad, santidad y perfección intrínseca e insinúa
que Él tenía una naturaleza imperfecta sujeta a la ignorancia y a la ilusión
(Maya), y que necesitó ser liberado de su condición humana mediante la práctica
y la disciplina del yoga.
EL YOGA ES PANTEÍSTA
El yoga es incompatible con
la espiritualidad cristiana porque es panteísta (al decir “Dios es todo y
todo es Dios”), y sostiene que existe una realidad única y todo lo demás es
ilusión o Maya. Si sólo existe una realidad y todo lo demás es ilusorio, no
puede haber ninguna relación ni amor.
El Centro de la fe
Cristiana es la fe en la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo,
tres personas en un solo Dios, el modelo perfecto de relación
amorosa.
El Cristianismo es todo sobre
relaciones con Dios y entre los hombres. “Amarás al Señor, tu Dios, con todo
tu corazón con toda tu alma y toda tu mente. Este es el principal y el
primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás al prójimo como a ti
mismo” (Mt 22: 37-39).
NO HAY DISTINCIÓN ENTRE BIEN Y
MAL
En el Hinduísmo, el bien y el
mal, lo mismo que el dolor y el placer son ilusorios (Maya) y por lo tanto
irreales. Vivekananda, el icono más respetado del Hinduismo moderno, decía:
“el bien y el mal son uno y lo mismo” (Vivekananda. “The
yogas and other Works”, publicado por Ramakrishna Vivekananda Centre NY, 1953).
En el Cristianismo, la cuestión controvertida del pecado como una ofensa
contra la Santidad de Dios es inseparable para nuestra fe, porque el pecado
es la razón por la que necesitamos un Salvador. La Encarnación, la Vida, la
Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesús son para nosotros medios de
salvación, es decir, para liberarnos del pecado y de sus consecuencias. No
podemos ignorar esta diferencia fundamental a la hora de absorber en la
Espiritualidad Cristiana al Yoga y a otras técnicas de meditación
orientales.
UNA PRÁCTICA
PAGANA
En el mejor de los casos el
Yoga es una práctica pagana y en el peor es una práctica
oculta.
Esta es la religión del
anticristo (el hombre que se hace Dios) y por primera vez en la historia está
siendo practicada frenéticamente en el mundo occidental y en
América.
Es ridículo que maestros de
Yoga lleven incluso una cruz o algún símbolo cristiano, engañan a la gente
diciendo que el Yoga no tiene nada que ver con el Hinduismo y dicen que es sólo
cuestión de aceptar a otras culturas. Otros han intentado enmascarar al Yoga
con apelativos cristianos denominándole “Yoga
Cristiano”.
Esta no es una cuestión de
aceptar la cultura de otro pueblo, es una cuestión de aceptar otra religión que
es irrelevante para nuestra religión y de conceptos
religiosos.
EXTENDIDO EN
OCCIDENTE
Es una pena que el Yoga se
haya expandido tan frenéticamente desde los jardines de infancia hasta todo tipo
de instituciones de medicina, psicología etc. llamándose a si mismo ciencia
cuando no lo es en absoluto; y se está vendiendo bajo la etiqueta de “terapia
de relajación”, “auto-hipnosis”, “visualización creativa”,”centering”,
etc.
El Hatha Yoga, está
ampliamente difundido en Europa y en América como método de relajación y
como ejercicio no agotador, es uno de los seis sistemas reconocidos del
Hinduismo ortodoxo, en su origen religioso y místico, y es la forma más
peligrosa de Yoga (Dave Hunt, “the seduction of Christianity” página
110).
Recordad las palabras de San
Pablo: “No os maravilléis, pues también Satanás se disfraza de ángel de
luz” (II Cor 11: 14). Es cierto que mucha gente se ha sanado por medio del
Yoga y de otras formas orientales de meditación y oración. Aquí es donde los
cristianos deberían preguntarse a sí mismos si necesitan una sanación y
beneficios materiales o a su Dios, Jesucristo en el que creen, y Quién es la
fuente de todas las sanaciones y de la buena salud.
EL DESEO DE SER
DIOS
El deseo de llegar a ser Dios
es el primer y el segundo pecado en la historia de la creación según está
registrado cronológicamente en las Biblia: “Te decías en tu corazón: El cielo
escalaré, encima de las estrellas de Dios levantaré mi trono; en el monte de
la asamblea me sentaré, en lo último del norte. Subiré a las alturas de las
nubes, seré igual que el altísimo” (Is 14: 13-14). La serpiente le dijo a la
mujer: “¡No, no moriréis! Antes bien, Dios sabe que en el momento en que comáis
se abrirán vuestros ojos y seréis como dioses conocedores del bien y del mal”
(Gen 3: 4-5).
La filosofía y la práctica
del Yoga están basados en la creencia de que el hombre y Dios son uno. Se
enseña a poner el énfasis en uno mismo en lugar de en el Único y Verdadero Dios.
Se anima a los que participan a buscar las respuestas a los problemas y
cuestiones de la vida en su mente y en su conciencia en vez de buscar soluciones
en la Palabra de Dios a través del Espíritu Santo, como sucede en el
cristianismo. Se deja a uno, sin lugar a duda, expuesto al engaño del enemigo de
Dios que busca víctimas a las que pueda arrancar de Dios y de la Iglesia (IPed
5: 8).
UNA EUROPA AVERGONZADA DE SÍ
MISMA
En los últimos ocho años, he
predicado la palabra de Dios principalmente en los países europeos que en
tiempos fueron la cuna del cristianismo, y de donde salieron evangelizadores y
misioneros, mártires y santos.
¿Podemos llamar a Europa
cristiana ahora? ¿No es cierto que Europa ha borrado de su vida todos sus
valores y conceptos cristianos? ¿Por qué se avergüenza Europa de reconocer
sus raíces cristianas? ¿Dónde están los valores morales y la ética que desde
hace siglos se practicaban en Europa y que fueron llevados a otras
civilizaciones y culturas a través de la proclamación valiente del Evangelio de
Cristo? ¡Por sus frutos conoceréis el árbol!.
Yo creo que estas dudas y
confusiones, la apostasía e infidelidad, la frialdad religiosa y la
indiferencia han llegado a Europa a partir de que fueron introducidos en
Occidente la mística y las meditaciones orientales, las prácticas esotéricas y
las de la Nueva Era.
DEL YOGA A LO DEMONÍACO
En mis retiros carismáticos,
la mayoría de los participantes vienen con diferentes problemas morales,
espirituales, físicos o psíquicos para ser liberados y sanados y para recibir
una nueva vida mediante la fuerza del Espíritu
Santo.
Con toda la sinceridad de mi
corazón, puedo decir que entre el 80% y el 90% de los participantes han
estado en el Yoga, el Reiki, la reencarnación, etc. que son prácticas religiosas
orientales. Allí han perdido la fe en Jesucristo y en la
Iglesia.
En Croacia, Bosnia, Alemania,
Austria e Italia he tenido casos claros en los que individuos poseídos por el
poder de la oscuridad gritaban “Yo soy Reiki”, “Yo soy el Sr. Yoga”. Ellos
mismos se identificaban a estos conceptos como si fueran personas mientras yo
dirigía una oración de sanación por ellos. Posteriormente tuve que hacer una
oración de liberación sobre ellos para liberarles de la posesión del
maligno.
¿NO HAY NADA MALO EN EL
YOGA?
Hay personas que dicen: “No
hay nada de malo en la práctica de estos ejercicios, basta con no creer en la
filosofía que hay detrás”. Sin embargo los promotores del Yoga, Reiki, etc,
afirman claramente que la filosofía y la práctica son
inseparables.
UN CRISTIANO NO PUEDE ACEPTAR EL
YOGA
Por eso un cristiano no puede
en ningún caso aceptar la filosofía y la práctica del yoga, ya que el
Cristianismo y el Yoga son dos puntos de vista que se excluyen mutuamente.
El Cristianismo ve al pecado como el principal problema del hombre, lo considera
como un fracaso a la hora de ajustarse tanto a los estándares como al carácter
de un Dios moralmente perfecto. El hombre está distanciado de Dios y necesita la
reconciliación.
CRISTO ES LA SOLUCIÓN PARA EL
HOMBRE
La solución es Jesucristo “el
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Por la muerte de Jesús en la
cruz, Dios ha reconciliado consigo al mundo. Ahora llama a los hombres a recibir
en libertad todos los frutos de su salvación sólo a través de la fe en
Cristo.
A diferencia del Yoga, el
Cristianismo ve la redención como un regalo gratuito que sólo puede ser
recibido y nunca ganado o alcanzado a través del propio esfuerzo o con
obras.
Lo que se necesita hoy en
Europa y en muchos sitios es la proclamación enérgica del mensaje de Cristo que
viene de la Biblia y que es interpretado por la Iglesia para evitar dudas y
confusiones que se difunden en Occidente entre muchos cristianos, y
llevarles al Camino, la Verdad y la Vida: Jesucristo. Sólo la verdad puede
hacernos libres».
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