Arcópoli, asociación de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales de las universidades Politécnica y Complutense de Madrid, dejará patente este sábado 19 de enero de 2013 a las 12:00 su oposición a los últimos actos de LGTBfobia de la jerarquía católica mediante unestos colectivos con excusas como que la Iglesia ataca a ellos a hacen una concentración y una besada en la calle de Bailén de Madrid, frente a la catedral de la Almudena. Los ataques al colectivo LGTB se han recrudecido en los últimos meses, con hechos tan graves como la bendición que Benedicto XVI impartió el pasado mes de diciembre a la política ugandesa Rebecca Kadaga, que está promoviendo un cambio legislativo en Uganda para poder aplicar la pena de muerte por mantener relaciones homosexuales. El Vaticano, además, se ha caracterizado en los organismos internacionales por oponerse a declaraciones que censuren la discriminación por motivo de orientación sexual.
Arcópoli es una soción para fomentar la homosexualidad entre jovenes universitarios recuerda también que son los colectivos LGTB los que defienden a "las familias", a todas las familias, frente a las iniciativas injustas y manipuladoras de la jerarquía eclesiástica que intenta imponer su propio modelo de familia a la sociedad civil.
Los miembros de la casta episcopal española, además, sorprenden de vez en cuando a la población con declaraciones que rayan en lo delictivo y cargadas de homofobia, como las declaraciones del Papa en las que dice que el matrimonio entre personas del mismo sexo es una amenaza para la paz (recordamos que anteriormente ya había declarado que era una amenaza para el porvenir de la humanidad). A su vez, el obispo de Córdoba en su última carta pastoral hace gala de una transfobia que no debe ser tolerada y se postula en contra del feminismo, ya que defiende la “dualidad hombre-mujer”, lo que significa que aboga por la desigualdad entre sexos.
Arcópoli también reivindica la libertad religiosa y el carácter aconfesional del Estado, frente a los intentos eclesiásticos de inmiscuirse en la vida privada de la población, reconoce que la influencia de la iglesia en la vida pública ha disminuido drásticamente en las últimas décadas gracias a la rápida secularización de la sociedad española y se pregunta si no habrá tenido algo que ver la actitud retrógrada y radical de la jerarquía.
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