XENOFOBIA, FÚTBOL Y ULTRANACIONALISMO: HINCHAS RADICALES EN RUSIA (III)
Lejos de apaciguarse los ánimos tras la detención de Cherkasov,
la presión sobre las autoridades se mantuvo. Los ultras convocaron
nuevas marchas de protesta en ciudades como Solnechnogorsk, una
localidad situada sesenta y cinco kilómetros al norte de Moscú. Durante
la misma, los manifestantes agredieron a los transeúntes de rasgos
caucásicos. También en la capital rusa se sucedieron los altercados
cuando un centenar de jóvenes se concentraron en el boulevard
Christoprudny gritando consignas como “Rusia para los rusos”,
“Patriotismo no es fascismo” o “¡Adelante Rusia!” mientras distribuían
panfletos xenófobos. La convocatoria, organizada por la Alianza Nacional
Democrática (НДА), concluyó con los ultras encendiendo bengalas bajo
una intensa nevada.
Pocos días después se produjeron más incidentes cuando medio millar
de hinchas radicales intentaron acceder por la fuerza a los estudios de
televisión ubicados en la céntrica torre de comunicaciones moscovita de
Ostakino mientras coreaban consignas racistas. La intervención de los
agentes antidisturbios evitó que los ultras asaltaran el edificio. 102
jóvenes fueron trasladados a los juzgados con cargos por violación del
código civil ruso. La pena que les fue impuesta ascendió a 500 rublos
por cargo.
manifestantes ultranacionalistas exhibiendo una pancarta en Moscú
LA INCIDENCIA DE LA EXTREMA DERECHA EN LA JUVENTUD RUSA
Las movilizaciones en todo el país por la muerte de Sviridov pusieron
de manifiesto los vínculos existentes entre los grupos de hinchas
organizados y las agrupaciones radicales ultranacionalistas. Muchos de
los grupúsculos neofascistas que operan en Rusia se sumaron a los actos
de homenaje por el hincha del Spartak asesinado.
miembros de la ilegalizada Славянский союз (SS)
Las relaciones entre los aficionados radicales y las organizaciones
de extrema derecha son estrechas en muchos casos. Los ultras de clubes
moscovitas como el Spartak y el CSKA son reclutados por estos grupos
extremistas aprovechando el auge del nacionalismo y el racismo en el
país, unas manifestaciones que son minimizadas e incluso toleradas por
un amplio segmento de la sociedad rusa. De hecho, son habituales las
marchas y concentraciones organizadas por asociaciones ultraderechistas,
como el Movimiento Contra la Inmigración Ilegal o la Unión Eslava,
Славянский союз (SS), liderada por Dmitry Dyomushkin. A pesar de que
esta última formación fue ilegalizada en abril de 2010 por el tribunal
de Moscú por presunta apología de la supremacía racial después de que
cuatro de sus miembros fueran sentenciados a cadena perpetua por colocar
una bomba que mató a 14 personas en un mercado de la capital rusa, las
autoridades permiten sus actos en contraste con los problemas que sufre
la oposición liberal del país para manifestarse. De esta forma, los
ultranacionalistas se convirtieron en las fuerzas de choque del Kremlin
contra sus críticos en las calles.
Según los datos recopilados por el Centro SOVA, organización no gubernamental dirigida por Alexander Verkhovsky que desde el año 2002 documenta la violencia contra las minorías, durante el año 2010 fueron asesinadas en Rusia 37 personas de diversas minorías étnicas y 368 más fueron agredidas. Las cifras de 2009 arrojaban un balance similar: 83 muertos y 434 heridos.
En el año 2010 fueron 82 las personas recibieron penas de prisión por protagonizar actos de violencia xenófoba. 283 más fueron enjuiciadas pero quedaron exentas de pena por falta de pruebas. Los cargos más habituales a los que se enfrentan los detenidos comprenden desde la distribución de propaganda xenófoba (tipificada como delito en el artículo 282 del código criminal ruso), incitación al odio racial, llamadas públicas a la actividad extremista (artículo 280) o vandalismo.
gráfico sobre las muertes por violencia racista en Rusia (2004- 2008)
EL AUMENTO DE LA VIOLENCIA XENÓFOBASegún los datos recopilados por el Centro SOVA, organización no gubernamental dirigida por Alexander Verkhovsky que desde el año 2002 documenta la violencia contra las minorías, durante el año 2010 fueron asesinadas en Rusia 37 personas de diversas minorías étnicas y 368 más fueron agredidas. Las cifras de 2009 arrojaban un balance similar: 83 muertos y 434 heridos.
En el año 2010 fueron 82 las personas recibieron penas de prisión por protagonizar actos de violencia xenófoba. 283 más fueron enjuiciadas pero quedaron exentas de pena por falta de pruebas. Los cargos más habituales a los que se enfrentan los detenidos comprenden desde la distribución de propaganda xenófoba (tipificada como delito en el artículo 282 del código criminal ruso), incitación al odio racial, llamadas públicas a la actividad extremista (artículo 280) o vandalismo.
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